Los cimientos de la personalidad se forman desde el nacimiento del bebé. El recién nacido manifiesta cuando necesita comida o mimos, y si no quiere algo, también lo hace saber.
Durante sus primeros 6 años de vida, el niño aprende cosas nuevas a grandes velocidades. El ejemplo de los padres tiene mucho peso, ya que los niños tienden a imitar lo que hacen sus padres. La mente del niño no sólo recibe y guarda información, sino que también aprende a utilizar esa información para convertirla en conocimiento, lo cual se refleja en su diario vivir.
Desde la concepción del niño, los padres deben protegerlos, hablarles, escucharlos, cuidar su crecimiento bio-psico-social, dedicarles tiempo. El niño necesita nacer en una familia estructurada que tenga un rumbo claro, un camino hacia dónde ir.
En ese camino cada una de nuestras acciones como padres influirán en la formación de la personalidad de nuestros hijos, por ello quiero compartir estos 8 tips que contribuirán positivamente en dicha formación:
- Velar por sus necesidades materiales: alimentación, asistencia médica, protección frente a los peligros, etc.
- Motivarlos a realizar una actividad artística o física sana
- Brindarles un hogar acogedor y limpio
- Mostrarles amor y respeto en cada acción
- Expresarles felicidad por poder compartir con él su tiempo
- Enseñarles a ser solidarios con los demás
- Enseñarles el respeto mutuo
- Educarlos con el buen ejemplo
Los niños pueden interiorizar ejemplos de honestidad a través de la conversación, la observación y el juego con sus padres y hermanos.
El mayor éxito de la paternidad y de la maternidad es haber criado personas autónomas. Con la educación desde temprana edad, el niño, que se convierte en adolescente y posteriormente en adulto, sabrá la forma correcta de actuar en cada situación.
Tendrá un nivel más alto de libertad, al asumir la responsabilidad de hacer el bien; tomará decisiones más objetivas en su vida, siendo él mismo quien va construyendo paso a paso su futuro. Los padres han invertido su vida y su tiempo en sus hijos, ahora ellos devolverán el bien recibido.
Cuidemos la familia que es el núcleo de la sociedad y a nuestros hijos, que son la mayor bendición de quienes tenemos la dicha de ser llamados papá o mamá.
Hijo es un ser que nos enseña cómo amar a alguien más que a nosotros mismos.