La comunicación entre padres e hijos es vital para expresar sentimientos, transmitir pensamientos o ideas y para unirnos a través del afecto. Cuando existe una correcta comunicación en una familia, existe disciplina, amor, confianza y respeto en el hogar. Son los padres quienes deben tener la iniciativa y facilitar la comunicación entre sus hijos, prestando atención a la conversación, saber escuchar, aconsejar y hablar con el corazón.
Inicia estableciendo comunicación a diario con tus hijos, desde que tienen pocos meses de vida, en sus primeros años, incluso cuando aún no pronuncian bien las palabras y en la adolescencia. En el momento que prestes atención a lo que tu hijos dicen, ellos sentirán valor a la palabra y los motivará a comunicarse más.
Si asisten al jardín, escuela o colegio, pregúntales ¿qué hicieron?, ¿a qué jugaron?, ¿con quién jugaron?, ¿qué comió?, ¿qué dijo la profesora?. Si tus hijos no son expresivos o "de pocas palabras", estimula su comunicación haciendo preguntas que se les haga fácil responder o incluso haciendo preguntas que al responderlos les permitan explayarse.
Mantener la comunicación familiar es una tarea diaria difícil para muchos padres.El apuro, las tareas cotidianas del hogar, el trabajo y las múltiples actividades del día a día, dan paso a la falta de diálogo familiar, originando graves consecuencias en los hijos, como: rebeldía, independencia, problemas sociales, adicciones y más.
Te compartimos 7 consejos para que mantengas una agradable comunicación con tus hijos:
- Siempre que desees comunicarte con tus hijos, busca un lugar adecuado dentro del hogar.
- Escucha activamente y muestra interés en los asuntos de tus hijos.
- Establece un ambiente de confianza y de comprensión.
- No critiques a tus hijos mientras conversan.
- Muéstrale importancia a lo que dicen tus hijos.
- Realizar actividades en familia, esto fortalece la unión entre ambos.
- Expresa y comparte tus sentimientos.
Es recomendable que entre padres e hijos se abra la puerta de la comunicación libre. Esto se construye todos los días, no desaproveches los valiosos momentos con ellos y cuando crezcan de seguro te lo agradecerán por siempre