Existen 2 tipos principales de leucemia aguda, la linfoblástica y la mieloidea. La primera de estas, se inicia en las células linfoideas de la medula ósea y se dan en los primeros años de la infancia, desde los 2 a los 4 años de edad; mientras que la segunda, se da a partir de las células mieloideas que forman los glóbulos blancos, rojos y plaquetas.
Actualmente no se conoce el origen de la mayoría de casos de leucemia en niños, ya que ninguno presenta factores de riesgo conocido. Sin embargo se conoce que cambios en el interior del ADN de las células normales de la médula ósea pueden causar que se conviertan en células leucémicas, que puede estar mediadas por factores externos, tóxicos o ambientales.
A medida que las células leucémicas se acumulan en la medula ósea, van desplazando a las células productoras sanguíneas normales, haciendo que ésta falle, por lo que se produce la disminución de los glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
Tome en cuenta los 7 síntomas de alerta que podrían indicar si sus hijos tienen leucemia:
1.-Cansancio
2.-Palidez generalizada
3.-Sangrados, y aparición de hematomas
4.-Dolor a los huesos y articulaciones
5.-Inflamación del abdomen
6.-Perdida de peso y del apetito
7.-Inflamación de los ganglios linfáticos
Para diagnosticar esta enfermedad en los niños, es necesario realizar varios exámenes a fin de determinar la causa de los síntomas, además de las siguientes pruebas adicionales para conocer el tipo de leucemia que tiene y como debe tratarse:
-El hemograma completo, frotis de sangre periférica
-Punción aspiración y biopsia de medula ósea
-Estudio de Citometria de flujo e histoquímica
-Estudio cito genético
Resulta importante diagnosticar la enfermedad tan pronto como sea posible y determinar el tipo de leucemia, para que el tratamiento se pueda adaptar al niño a fin de que se obtengan las mejores probabilidades de éxito.