- ¿Cuántas veces, en vez de ir con un médico o un especialista, usted decide qué es lo mejor para tratar su enfermedad? o …
- ¿Cuántas veces ha ofrecido un medicamento que normalmente usted consume, a otras personas sin haber consultado a un médico? o simplemente…
- ¿Alguna vez se ha detenido a leer las indicaciones del medicamento?
Si usted realiza alguna de las dos acciones de las dos primeras preguntas o si responde que no a la tercera, tal vez usted no esté enterado de los riesgos que ocasiona la automedicación.
Riesgos de la automedicación
- Retraso en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
- Aparición de efectos secundarios como: diarreas, nauseas, vómitos, dolor abdominal, insomnio, visión borrosa.
- Dependencia o adicción.
- Intoxicación.
- Resistencia a los antibióticos. El uso excesivo de antibióticos puede hacer que los microorganismos desarrollen mecanismos de defensa y dejan de ser eficaces.
Entre los medicamentos más automedicados se encuentran:
- Antibióticos
- Analgésicos. Se ha comprobado que el acido acetil salicílico (Aspirina) y sus derivados como el subsalicilato de bismuto, en el caso de los niños, puede causar daño hepático (hígado) si se administra mientras se padece una enfermedad viral.
- Antiinflamatorios no esteroidales. Están relacionados directamente a cuadros de gastritis y hemorragias digestivas si se les toma sin supervisión médica.
- Debemos considerar también las consecuencias de tomar vitaminas y suplementos.
Recomendaciones
- Educar a nuestros hijos y familiares sobre los riesgos de automedicarse.
- No tomar medicamentos por iniciativa propia. Consulte a su médico.
- No solicite en las farmacias que les prescriban algo.
- Si no encuentra en la farmacia el medicamento que le recomendó su Doctor, contáctelo y solicite otra segunda opción.
Cuando compre un medicamento:
- Verificar que la etiqueta o la caja que le han entregado no haya sido manipulada.
- Verificar que el nombre, la cantidad, la concentración y la presentación del medicamento que le han entregado sea igual a la que le han recetado.
- Leer y entender la información que se encuentra en la etiqueta o en la caja del producto que le han entregado.
- Verificar que el producto tenga registro sanitario y que posea una adecuada fecha de vencimiento.
Recuerde que tomar medicamentos sin una buena indicación y supervisión médica puede agravar los problemas de salud.
Y usted, cuantas veces se ha automedicado?