Las sustancias que ocasionan la D.A. pueden ser varias como la caspa de gato o los ácaros del polvo, factores ambientales como el calor o el sudor y el contacto con irritantes como ciertas telas o jabones. En niños pequeños ciertos alimentos pueden desencadenar un brote de eccema alérgico así como también algunas infecciones cutáneas.
Los pacientes pediátricos que presentan D.A. generalmente tienen una piel seca que pica mucho con lesiones cuya distribución varía de acuerdo a la edad: entre los 2 y 6 meses la dermatitis afecta principalmente el rostro (generalmente frente, mejillas y mentón), tronco, cuero cabelludo y flexuras de extremidades. Entre los 2 y 12 años se afectan principalmente los pliegues de las flexuras de las piernas y brazos, y en menor proporción otras zonas.
Básicamente los síntomas que presenta el eccema atópico consisten en:
- Parches (rash), que son áreas de piel que están rojas o cafés
- Picor de la piel
- Piel seca o irritada
Prevenir el picor es fundamental en el tratamiento. Una ducha fría y/o el uso de cremas hidratantes pueden ayudar a disminuir los síntomas. Es preferible no rascar o rozar el área afectada porque aparte de empeorar el eccema puede promover la aparición de infecciones especialmente en niños más pequeños.
Si los síntomas son más intensos y frecuentes el uso de medicación apropiada indicada por su médico alergólogo o dermatólogo puede ser necesario. El alergólogo puede también ayudar a identificar sustancias (alimentarias o ambientales) que puedan agravar su condición y recomendar medidas apropiadas de evitación.
Consulte a su médico.