Las cardiopatías congénitas, anormalidades del corazón, aparecen en las primeras semanas del embarazo cuando se forma este órgano. Las principales causas son factores: Genéticos o físicos, infecciosos, y químicos.
Cualquier persona puede tener un hijo con problemas en el corazón. No obstante, el riesgo es mayor si usted sufre de una enfermedad crónica como diabetes o si alguien en su familia tiene historial de padecer una cardiopatía congénita.
A continuación, se presentan 8 alertas para descubrir si su hijo recién nacido o lactante padece de cardiopatías congénitas:
1. Se fatigan fácilmente al alimentarse, por ejemplo, se duermen antes de acabar de alimentarse.
2. Sudor de la cabeza, especialmente al llorar o alimentarse.
3. Respiración rápida al descansar o dormir.
4. Piel pálida o azulada.
5. Poco aumento de peso.
6. Duermen mucho — no juegan o no muestran curiosidad por mucho tiempo.
7. Hinchazón de la cara, manos y/o pies.
8. Frecuentemente fastidiosos y difíciles de consolar.
Cuando se sospecha de una anormalidad cardíaca, el bebe debe ser valorado por un cardiólogo pediátrico (especialista en enfermedades del corazón en niños).
Él se ayudará de pruebas que no agreden el interior del cuerpo y no causan dolor, como:
- Radiografía del pecho
- Electrocardiograma, que estudia la actividad eléctrica del corazón.
- Eco cardiograma Doppler, un examen de ultrasonido que toma retratos del corazón.
El tratamiento varía según el tipo de cardiopatía. Si es ligera, solo requiere observación y seguimiento, ya que muchas se solucionan espontáneamente. Si es moderada, alterando el tamaño y la función cardíaca, pueden necesitar tratamiento médico por cateterismo y/o cirugía en algún momento de la vida. Si es severa con grandes alteraciones funcionales o circulatorias como insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar y/o reducción de la saturación de oxigeno, el tratamiento médico es insuficiente y es obligatorio el tratamiento por cateterismo o cirugía independientemente de la edad y peso además del riesgo de complicaciones.
Tome en cuenta estas recomendaciones pues, mientras más temprano se realiza el diagnóstico, el tratamiento le brindará al bebé mejores posibilidades de vida.