La estimulación temprana es un sistema de intervenciones terapéuticas y/ o educativas internacionalmente reconocido como valioso para el desarrollo saludable de los niños. La misma se practica a niños y niñas que se encuentran en la primera infancia (hasta los 5 años de edad), ya sea que presente un problema o su desarrollo sea normal.
El niño, en sus primeros meses de vida, es un ser indefenso y con un largo camino de desarrollo por recorrer en diferentes áreas, pero también es extremadamente sensitivo y receptivo, por tal razón es fundamental estimular todo su potencial a una edad temprana.
La estimulación puede realizarse en forma individual o en pequeños grupos, tanto en espacios institucionalizados como en el hogar. El juego, el contacto, la exploración de estímulos, la imitación y la comunicación son vías fundamentales para desarrollar actividades de estimulación.
Es por esta razón que te daré a conocer 5 cosas importantes que debes tener en cuenta al momento de decidir iniciar la estimulación temprana en tu bebé.
1. Períodos breves de tiempo
La estimulación puede realizarse en periodos breves de tiempo, desde los primeros meses de vida. Estos periodos o unidades de estimulación pueden repetirse en distintos momentos del día, considerando las particularidades de cada niño y su disponibilidad para ser estimulado.
2. El momento adecuado
La estimulación temprana propiamente dicha debe abordarse, de modo sistemático y gradual, desde que su nivel de salud lo permita en los primeros meses de vida hasta los tres años del niño. Luego, hasta alrededor de los seis años, pueden implementarse algunas intervenciones que propicien un adecuado desarrollo infantil, No obstante las acciones definitorias son aquellas que puedan realizarse tempranamente según la condición de cada bebé.
3. El mejor lugar
La estimulación debe realizarse en un ambiente con ventilación, temperatura agradable y buena iluminación. Se la debe realizar acompañada siempre de música. Igualmente, resultará muy útil contar con una manta preferiblemente hecha con material de protección para trabajar en el piso (colchoneta, petate, etc.) Hay que evitar la elección de lugares que sean de paso para otras personas y los sonidos estridentes que puedan distraer y entorpecer la tarea.
4. Instrumentos seguros
No son necesarios instrumentos muy sofisticados. Lo importante es que no sean tóxicos, demasiado pequeños o con bordes y puntas afiladas. Los más variados elementos se pueden transformar en verdaderos juguetes a partir del uso que se les dé; el juego transforma a los objetos en juguetes.
5. Profesionales especializados
Confíe en profesionales especializados en el conocimiento y práctica del desarrollo de un menor, ellos estarán en capacidad de realizar un tratamiento a través de diferentes técnicas, ejercicios y actividades que promuevan un avance significativo en el infante y que servirán para que la familia lo emplee en el niño y fortalezcan vínculos.
Los primeros años de la vida de un niño son el mejor momento para estimularlo, así que inicia este camino con tu bebé y disfruta de su progreso.