La prevención tiene un papel importante en la aparición de una enfermedad renal, cuando esta no es congénita. La obesidad infantil es uno de los factores de riesgos para desarrollar la enfermedad, ya que está asociada a la diabetes y a la hipertensión arterial, teniendo una repercusión renal y sistémica al provocar un mayor trabajo a los riñones por el aumento excesivo de peso, causando daño y posteriormente insuficiencia renal.
El volumen de casos de niños con enfermedades renales que actualmente atiendo en la consulta se ha incrementado, tanto por derivaciones tempranas de pediatras de cabecera, como por seguimiento a infantes que ya padecen patologías renales y en los que se busca evitar su deterioro.
Dentro de las afectaciones más frecuentes tenemos las uropatías o malformaciones urinarias que provocan infecciones repetitivas y por consiguiente el daño progresivo de los riñones, las del parénquima o riñón propiamente dicho como el síndrome nefrótico, síndrome nefrítico, lupus eritematoso sistémico, entre otras.
Es importante que el niño tenga un control periódico por parte del pediatra de modo que este pueda identificar signos y síntomas de manera temprana y no cuando la enfermedad y el daño renal están avanzados. Una vez que se produce el daño renal este es irreversible. Si hay daño renal, el seguimiento y control adecuados retardarán la etapa terminal y, por ende, la necesidad precoz de diálisis.
Algunos de los síntomas que un niño con enfermedad renal puede presentar son fiebre recurrente, ardor o irritabilidad al orinar, bajo peso y talla, edemas, entre otros.
Deseo compartir contigo estas 6 importantes recomendaciones para prevenir enfermedades del riñón en los niños:
1. Actividad física
No fomentes el sedentarismo y la obesidad en los niños. Te recomiendo que hagas que los pequeños de la casa realicen entre 30 y 60 minutos diarios de actividades físicas.
2. Control periódico del pediatra
No esperes a que tu hijo se enferme para llevarlo al médico. Si el niño está sano, es una buena oportunidad mantenerlo saludable. El pediatra debe realizar un exámen completo de control para verificar su crecimiento y desarrollo con el fin de encontrar o prevenir problemas de salud. Es recomendable un control anual a partir de los 3 años de edad.
3. Evitar las comidas chatarras
Evita que consuman en exceso alimentos que aportan muchas calorías o altas cantidades de sodio, conservantes, grasas saturadas y muy poca proteína, como la pizza, las pastas, la carne roja, los refrescos y la comida rápida aunque pueden saber delicioso y sacarte de apuros, pero son algunos de los alimentos que más daño pueden hacer a la salud del niño.
4. Evitar el consumo excesivo de sal
La función de filtrado del riñón en el infante puede verse afectada por el exceso de sal, el consumo excesivo de este mineral es un importante factor que predispone la formación de cálculos renales, provocando cicatrices en el riñón y limitando su función lo cual favorece el desarrollo de hipertensión arterial.
5. Cambiar hábitos y estilos alimenticios en la familia
Incentiva al niño a consumir verduras, porciones de fruta y leguminosas para de esta manera también evitar el estreñimiento. Antes de comprar algún producto para tu hijo, lee las etiquetas o semáforos nutricionales. Recuerda que si deseas cambiar los hábitos alimenticios de tu hijo, debe también hacerlo la familia.
6. Beber agua
El mejor aliado para conservar la salud y evitar enfermedades renales es el agua. Debido a que los riñones son los encargados de filtrar la sangre y eliminar los deshechos que genera nuestro cuerpo, es importante mantener una adecuada ingesta diaria de agua para garantizar el volumen de orina que el niño necesita para eliminar los residuos.