Por lo general, la mayor cantidad de quemaduras son provocadas por:
Líquidos calientes en la cocina,
- Fuego,
- Electricidad,
- Productos químicos y
- Pirotecnia.
Las quemaduras muchas veces llegan a destruir los tejidos blandos y pueden llegar hasta a causar fracturas en caso de que hayan sido provocadas por algún explosivo.
Las técnicas desarrolladas para atender éstas críticas situaciones, van desde los colgajos abdominales, que es el transporte de uno o más tejidos de una parte del organismo a otra, hasta la transposición de dedos para ayudar al niño a manejar mejor sus manos en caso de pérdida de dedos, entre otras. En el caso del tratamiento con los colgajos abdominales, el menor puede rehabilitarse en un 100%.
Existen formas de prevenir éste tipo de accidentes, pero la mejor manera de evitar las quemaduras es a través de la prevención, ya que el tratamiento físico y psicológico es traumático pero sobre todo extenso, dependiendo de la exposición y grado de la quemadura.